Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha entre la sabiduría y la estupidez. Los ángeles rebeldes, los seguidores de la sabiduría, han tratado siempre de abrir las mentes; la Autoridad y sus iglesias han tratado siempre de mantenerlas cerradas. Y durante la mayoría de ese tiempo, la sabiduría ha tenido que trabajar en secreto, susurrando su palabra, moviéndose como un espía a través de los lugares humildes del mundo, mientras que las cortes y los palacios son ocupados por sus enemigos.

lunes, 3 de agosto de 2009

Mal humor

Hay veces en que nos gusta
tomar el Sol con nuestros dedos
y reventarlo
para caer en los oscuros
pozos de los recuerdos;
esos túneles sofocantes
que conducen a los desiertos
de antaño.

Nos embriagamos
con melancolía
en un afán de sentir
aquello a lo que se está acostumbrado,
la desesperación
por aferrarse a los detalles más pequeños,
cualquier motivo para sentirse
miserable.

"Así ha sido siempre,
por qué un día tendría
que cambiar"
se pregunta con desconfianza,
pues ya ha sido traicionado una vez,
el veneno del miedo
ya le ha sido inyectado
a través de una traicionera mordida.

¡Y le incitan a pensar
que estar melancohólico
triste, sentirse solitario
es lo normal!

No, no, no;
simplemente hay días
en los que no estamos de ánimo
para estar contentos
y todo alrededor
tiene un sabor amargo
o insolentemente nos provoca
y tenemos ganas de odiar
de golpear
de romper
de llorar.

Las voces amadas
parecen lejanas,
sus cariños falsos,
sus sentimientos en otros,
sus vidas ajenas a uno
y se cree que es todo
un juego perverso y cruel.

Hay momentos en que parece
que la vida entera nos detesta
y a cambio se le detesta a ella
y a todo lo que ella haya implicado
y traído
y no se tiene ganas de nada.

Se está de mal humor entonces,
y para colmo al final uno termina
soltando una carcajada
cargada de ironía,
pero risa al fin y al cabo,
la risa del que no espera nada.