Las declaraciones del presidente de RN, Carlos Larraín, en alusión a la visita de la presidenta Bachelet a la casa de Ana Frank, resultan inaceptables. De lo que él dice, se desprende que el gobierno de Salvador Allende se dedicó únicamente a dañar al país y que, en vista de eso, los militares “reaccionaron”, inspirados exclusivamente por un sentimiento de justicia universal.
Resulta curioso que el señor Larraín, siendo militante hace tanto tiempo, no entienda cómo opera la política y que así como el gobierno de la UP tenía intereses, también el golpe fue producto de intereses políticos que querían frenar el avance del socialismo. Los hechos en política no obedecen a leyes naturales de causa-efecto, sino que obedecen al interés de determinados grupos sociales que se organizan.
Naturalizar intereses políticos sólo puede ser producto de la ignorancia o de un afán de faltar a la verdad. Sinceramente cuesta creer que el señor Larraín no entienda ni conozca cómo funciona la política, por lo tanto pareciera ser que sólo queda la segunda opción.
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